En el mundo laboral existen diferentes tipos de contratos que se adaptan a las necesidades tanto de los empleadores como de los trabajadores. Uno de estos contratos es el fijo-discontinuo, una modalidad que combina la estabilidad de un contrato fijo con la flexibilidad propia de ciertos sectores y actividades estacionales.
En este artículo exploraremos en detalle qué es el contrato fijo-discontinuo, cómo funciona y cuáles son sus principales características.
¿Qué es un contrato fijo-discontinuo?
El contrato fijo-discontinuo es una modalidad de contrato laboral que se utiliza principalmente en sectores en los que la actividad varía a lo largo del año debido a factores estacionales, como el turismo, la hostelería, la agricultura o el comercio.
Su característica principal es que la prestación del trabajo no es continua, sino que se realiza en un determinado periodo del año. Con este contrato, el trabajador sigue formando parte de la plantilla de la empresa durante la temporada en la que no tiene actividad.
Este tipo de contrato tiene algunas ventajas:
- Para la empresa, disponer de trabajadores fijos-discontinuos le permite que éstos estén preparados cuando el incremento de la producción o la necesidad de personal lo requiera. Además, este tipo de contrato suele estar bonificado, además de que, durante los periodos de inactividad, no cotiza a la Seguridad Social por estos trabajadores.
- Para el trabajador, un contrato fijo-discontinuo le proporciona cierta estabilidad y además, cuando pasa a inactividad, cobra la prestación por desempleo correspondiente (siempre que cumpla los requisitos). Asimismo, cuenta con los mismos derechos laborales que un contrato indefinido ordinario.
¿Cómo funciona el contrato fijo-discontinuo?
El contrato fijo-discontinuo se formaliza por escrito entre el empleador y el trabajador, especificando las condiciones laborales, la duración de la jornada laboral y los periodos de actividad e inactividad. Estos dos aspectos pueden señalarse de manera aproximada, quedando su concreción exacta retrasada al momento en que se produzca el llamamiento para empezar a trabajar.
A diferencia del contrato temporal, del que ya hablamos en este post, los contratos fijos-discontinuos se firman desde el inicio con carácter indefinido, con la particularidad de que se suspenden y se activan según las épocas del año.
Por tanto, para calcular la antigüedad en la empresa del trabajador, o en caso de despido, se le aplican los derechos propios de un contrato indefinido. Es decir, se tendrá en cuenta toda la duración de la relación laboral y no solo del tiempo de servicios prestados.
¿En qué consiste el llamamiento de los fijos-discontinuos?
La empresa tiene la obligación de convocar al trabajador fijo-discontinuo cuando vaya a reanudarse la actividad para la cual fueron contratados. Este llamamiento debe hacerse conforme a los términos establecidos en el contrato y en concordancia con el Estatuto de los Trabajadores.
Algunas características del llamamiento son:
- Debe efectuarse por escrito o por otro medio que deje constancia de la notificación al trabajador, y debe contemplar las condiciones de la incorporación.
- Debe realizarse con una antelación mínima de 48 horas.
Una vez realizada la convocatoria, el trabajador tiene la obligación de reincorporarse en la fecha indicada.
¿Y si el trabajador no se presenta en el puesto de trabajo?
Si el trabajador fijo-discontinuo no responde al llamamiento o no se presenta en su puesto de trabajo en la fecha indicada se debe tener en cuenta lo siguiente:
- Si el trabajador no responde, no se puede entender la ausencia como una baja voluntaria ya que su voluntad no ha sido expresamente manifestada.
- Se deberá intentar contactar con el trabajador por todos los medios posibles notificándole las consecuencias de su inasistencia.
- Se puede valorar la aplicación de sanciones por no respuesta o ausencia injustificada.
¿Cuál es la cotización de los trabajadores fijos-discontinuos?
Los trabajadores que suscriban un contrato fijo-discontinuo cotizan a la Seguridad Social de la misma manera que un trabajador indefinido. Las cotizaciones incluyen el desempleo, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, además de las contingencias comunes.
La particularidad es que en los contratos fijos-discontinuos, como ya hemos dicho, cotizaran durante el tiempo de actividad.
La prestación por desempleo de los contratos fijos-discontinuos
Cuando finaliza la actividad, la empresa debe comunicar la suspensión del contrato fijo-discontinuo. Así, el trabajador pasará a situación de desempleo y podrá cobrar la correspondiente prestación, siempre que cumpla las condiciones establecidas, por ejemplo, el tiempo mínimo.
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