Desde el año pasado, Hacienda ha centrado su atención en los contribuyentes que utilizan sociedades unipersonales, patrimoniales o familiares para canalizar rentas a través del Impuesto sobre Sociedades (IS) con el fin de reducir su carga fiscal. La Agencia Tributaria (AEAT) ha intensificado las inspecciones sobre aquellos ciudadanos sospechosos de beneficiarse del tratamiento favorable del IS para disminuir su obligación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
La Inspección vigila con especial atención algunas operaciones que generan alertas en los sistemas de la AEAT. Las actividades típicas de cualquier sociedad de capital, como la constitución, aumentos o reducciones de capital, disoluciones, liquidaciones o la separación de socios, están siendo objeto de un seguimiento específico.
El plan de inspección busca garantizar que estas sociedades no se utilicen para ocultar la verdadera capacidad económica de sus propietarios en el IRPF, ni como refugio para rentas no declaradas. Los inspectores se enfocan en analizar de manera exhaustiva los casos en los que las sociedades están completamente controladas por una sola persona o por un grupo familiar.
Este análisis es crucial, ya que podrían detectarse incumplimientos o irregularidades fiscales significativas, como la reducción indebida de la correcta tributación de las actividades realizadas.
(Expansión, 16-09-2024)