El Fondo recuerda que la inversión sigue por debajo de los niveles de 2019, lo que afecta negativamente al crecimiento de la productividad por hora trabajada y podría obstaculizar la recuperación a medio plazo. Las perspectivas son cada vez más favorables para la economía española, después del buen comienzo del año en el primer trimestre, con un crecimiento del PIB del 0,7% entre enero y marzo, lo que está llevando a una serie de revisiones al alza por parte de los principales centros de análisis. El último en sumarse a esta tendencia ha sido el Fondo Monetario Internacional, que este jueves elevó sus previsiones de crecimiento para la economía nacional este año en medio punto, hasta el 2,4%. Sin embargo, también advirtió que la inflación sigue sin moderarse y que la falta de dinamismo en la inversión y las rigideces del mercado laboral podrían afectar negativamente la evolución a medio plazo.
El FMI indicó en su informe del Artículo IV, publicado recientemente, que esta revisión al alza se debe principalmente al sólido comportamiento de las exportaciones de servicios y al consumo público, que han sido los principales motores del crecimiento reciente. Además, el mercado laboral ha mantenido sus «buenos resultados» gracias a la «afluencia de inmigrantes», que han representado dos tercios de los nuevos empleos en los últimos años, según un informe de Fedea, y al aumento de la tasa de actividad, con un avance del 3,1% en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, lo que impulsará el consumo en los próximos meses. No obstante, no se espera que el ritmo de creación de nuevos empleos se mantenga en el futuro: a pesar de la fortaleza del PIB, el empleo se desacelerará al 1,3% este año.
El organismo dirigido por Kristalina Georgieva fundamentó esta mejora de perspectivas en la fortaleza de la demanda interna, apoyada por una «normalización gradual» de la tasa de ahorro (es decir, una reducción progresiva) y un «firme incremento» del poder adquisitivo de los salarios. Sin embargo, advirtió que los riesgos «están inclinados a la baja para el crecimiento y al alza para la inflación». En particular, la inflación se resiste a disminuir y se mantendrá en el 2,9% en el conjunto del año, superando el objetivo del BCE del 2% también en el próximo ejercicio, con posibles desviaciones al alza. Entre los riesgos que podrían reavivar la espiral inflacionista, el informe menciona un rebote de los precios globales de la energía y un incremento más rápido de lo esperado de los costes laborales.
Además, el informe alerta sobre varios elementos que podrían generar un cuello de botella en el crecimiento económico, y todos ellos podrían formar un círculo vicioso. Por un lado, el FMI recuerda que «la inversión todavía sigue por debajo de los niveles de 2019, y esta debilidad ha contribuido al bajo crecimiento de la productividad». Por otro lado, menciona un «rígido mercado laboral», que es propenso a las subidas de costes laborales. Estos dos elementos, junto con la reducción de la jornada laboral que prevé el gobierno, podrían llevar a un aumento de los costes laborales por unidad de PIB. En los últimos años, el crecimiento del PIB se ha sostenido por el aumento de las horas trabajadas y no por una mayor productividad de cada una de ellas. Si este crecimiento se frena, tanto por la reducción de las horas trabajadas como por la dificultad que encuentran muchas empresas para incorporar nuevos profesionales, y no se produce una mejora de la productividad, el avance del PIB también se verá afectado. Por último, el FMI también prevé que, a pesar del crecimiento, el déficit se mantenga estancado en torno al 3% del PIB en los próximos años, lo que haría que la deuda deje de ajustarse y se mantenga en torno al 104% del PIB, aumentando los riesgos en caso de un endurecimiento de las condiciones financieras.
Tras esta revisión, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, celebró una previsión que «consolida a España como una de las principales economías avanzadas en términos de crecimiento, tanto para el año 2024 como para el año 2025», pero señaló que el Gobierno se siente «cómodo» con su actual pronóstico del 2% para este año.
(El Periódico, 07-06-2024)