La banca no aportará dinero al Fondo de Garantía de Depósitos por primera vez desde su creación en 1980

Los ingresos seguirán aumentando durante la primera mitad del año, aunque a un ritmo más moderado, ya que gran parte de la cartera de préstamos se habrá ajustado al nuevo nivel de tasas de interés, y los costos se intensificarán. No obstante, los bancos confían en mejorar sus resultados a través de medidas de ahorro, principalmente debido a la suspensión de la contribución anual al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) por primera vez desde su establecimiento.

El espacio que ganarán las cuentas de las entidades será significativo: desembolsaron algo más de 1.500 millones en 2022, última cifra disponible, ya que este pago se efectúa al final del año. Las contribuciones a este fondo se realizan desde su creación en 2011, y desde principios de los ochenta ya se realizaban a alguno de los tres fondos existentes (el de los bancos, el de las cajas de ahorro y el de las cooperativas de crédito). A esto se sumará el cese de los desembolsos al Fondo Único de Resolución (FUR), por el cual este año han pagado 1.000 millones, contribuyendo desde 2015. En conjunto, se espera un gasto reducido de 2.500 millones en un ejercicio que se prevé complicado.

En el caso del Fondo de Garantía de Depósitos, se espera que alcance el nivel requerido en diciembre, según confirman diversas fuentes financieras. Mientras que para el Fondo Único de Resolución, se estima que también se alcance a finales de este año «el 1% de los depósitos cubiertos de los Estados miembros que integran el Mecanismo Único de Resolución», según señala el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

De esta manera, el sector ganará margen para mantener la solidez de sus cifras ante las incertidumbres que se vislumbran para 2024. «Ese ahorro de 2.500 millones de aportaciones al FGD y al FUR será muy útil para compensar la posible disminución de beneficios en 2024 después del aumento significativo de este ejercicio», señala Joaquín Maudos, director adjunto del IVIE y catedrático de la Universidad de Valencia.

La interrupción de las contribuciones proporcionará cierto espacio, aunque surgen dudas sobre si será suficiente para mantener el récord de beneficios que se alcanzará en este ejercicio. «Creo que este ahorro no será suficiente para que los resultados de 2024 superen las expectativas para este año», afirma José Luis Cortina, presidente de la consultora Neovantas. En otras palabras, podría ser insuficiente para compensar el aumento en el costo de los depósitos y el aumento previsto de la morosidad, con la consiguiente necesidad de mayores provisiones.

Sin embargo, este freno en las contribuciones recurrentes no implica que no habrá más aportaciones a ambos fondos. De hecho, es posible que haya un nuevo pago el próximo ejercicio, aunque sería mínimo. «Las aportaciones adicionales estarían condicionadas, en parte, a la evolución de la masa de depósitos. En todo caso, se espera que sean inferiores a las recurrentes hasta la fecha», agrega Marta Alberni, consultora del área de banca de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Es decir, se espera que se mantenga ese nivel, según indican fuentes financieras.

«Las aportaciones del ejercicio 2022 por 1.537 millones de euros, junto con la previsión de aportaciones futuras, permitirán alcanzar el objetivo mínimo del 0,8% de los depósitos garantizados antes del 3 de julio de 2024, de acuerdo con la normativa europea aplicable al FGD», anunció Margarita Delgado, presidenta del organismo y subgobernadora del Banco de España, en la última memoria anual.

Este aumento se explica, en parte, por las mayores contribuciones durante la pandemia, cuando aumentaron los depósitos y, por lo tanto, se incrementó el cálculo de la contribución de cada entidad. Por ello, se acumuló más rápidamente la cantidad requerida. El fondo de garantía se estableció en octubre de 2011, y la normativa especificaba que la suspensión de las contribuciones sería automática al alcanzar un umbral determinado.

Al cierre del ejercicio pasado, el fondo patrimonial acumulado ascendía a 7.128,7 millones, según reflejan sus últimas cuentas. En su creación, con las ayudas proporcionadas a las entidades en problemas, el fondo llegó a estar en números rojos. Sin embargo, desde entonces la tendencia ha sido positiva, permitiendo incluso a los bancos dejar de aportar el próximo año.

A finales de 2022, había casi 890.000 millones de euros en depósitos garantizados (el fondo limita la protección a 100.000 euros por titular y cuenta). Además, si esta cantidad disminuye, no se devolverá la parte excedente a las entidades, como solicitaba el sector. Las autoridades prefieren que ese monto se mantenga como colchón para futuros incrementos.

En el caso del Fondo Único de Resolución, las entidades españolas han aportado 7.500 millones desde 2015, sumándose a lo recaudado por las autoridades nacionales de resolución europeas. En total, en el Viejo Continente hay alrededor de 77.600 millones. Otros 1.000 millones más de margen para un año complicado que ayudarán, en parte, a compensar otro gasto extraordinario: el impuesto temporal al sector.

(Cinco Días, 04-12-2023)